Escribe : Jaime Acuña Sotelo
Un hormigueo yace en mi alma, donde las palabras se acaban, el
aliento es sombrío y solo el viento susurra
lo que el tiempo se llevó.
Querer entrar en la melancolía sería un pretexto, acumular
mis penas y desahogarme es dejar que el
tiempo se lleve de mí lo más preciado.
Camino por lares que no conozco, me parece que en antaño
dibuje mis pasos por aquí, el no estar
seguro hace que aquellos lugares los haga mío nuevamente, no logro divisar
nada, solo escombros que mi alma palpita hasta encontrar un refugio en el fondo
de mi orgullo.
Me duelen las ganas
de no verte, de poder tenerte, me duele al caminar, pasos ajenos que en mi mente solo recorrías, destruyo las piedras
que atraviesan mis dolencias y mis fracasos, una pregunta acorrala mis
sentidos, ¿porque ayer eras campo y hoy eres
tiniebla?
El pasar de la vida te envuelve dejando huellas, aquellos pasos, levantando
polvo ,poniendo a prueba mi resistencia, camino sin rumbo por aquellas calles
desoladas que solo mi mente y mi corazón puede divisar, soy un peregrino de mis
ideales, un forastero de mis
pensamientos y un nómade que recorre mis sueños tramo a tramo, de vez en cuando despierto suspirando
anhelos para luego seguir siendo el nómade que persigue aquellos sueños que un
buen día dos corazones se entrelazaron a orillas de una realidad.
Entre escombros
gateo, aquel terremoto que destruyó mis sentimientos hoy están en ruinas
mil un suspiros, a lo lejos diviso un
templo feligreses ingresan a aquel recinto que aún sigue en pie, templo que
solo un pecho soporta, tres golpes, un reclinatorio, mirada al vacío y una oración que solo el corazón puede descifrar….
…. Pongo a tu merced mis más fiel sentimiento, no decaigas
mis fuerzas ante tu agonía, solo dame fuerzas para sobrellevar este gran amor que aún tengo, en mi delirio una esperanza, una velita se enciende en mi
alma y tu amor se refleja entre aquella oración que descifro con el lenguaje de
mi alma, amor que entre las llamas se dibujó y en la hoguera se destruyó, mi oración hacia el amor prosigue y termina a
la vez…
El camino se hacía estrecho, la mala yerba creció y no me
dejaba pasar, mal oliente y descuidado
encontré aquella ciudad sin bandera, el humor de la desdicha sobre pasaba las
barreras de mis ilusiones, encontrando sobrevivientes en un terreno áspero
donde solo un suspiro bastaba para que puedan desistir de sus aspiraciones y
morir en ideales donde la soledad se acumula y destruye un pueblo que de amor vivía.
Desolada esta mi alma, que entre escombros sobrevive,
alimenta mi fe entre oraciones al amor, que solo una
ilusión marca la esperanza de mi camino, creyendo ser un forastero de mi pensamientos, ahogándome en tres golpes al pecho, divulgo que mi
soledad en aquella ciudad solo es un puente que mi desdicha dibujo a
orillas que un buen día mi amor y
yo profesamos ante el gran amor que nos teníamos.
Desolada esta mi
alma…
llena mi alma de emociones ,
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